En 2008, Elyse tuvo un horrible accidente automovilístico que la dejó con problemas de movilidad. Si bien no recuerda mucho de ese día, recuerda claramente lo que le salvó la vida.
Una transfusión de plasma.
De camino al hospital y durante sus numerosas cirugías, Elyse recibió transfusiones de plasma ya que perdió una cantidad considerable de sangre. El plasma es un recurso increíblemente valioso para la comunidad médica; se basa únicamente en donaciones humanas. Desafortunadamente, existe una escasez continua de plasma, lo que deja a los pacientes vulnerables.
Años más tarde, su vida dio un giro completo después de conseguir un trabajo como QAS en un centro de donación de plasma. Impulsada por la perseverancia, Elyse muestra a los demás la fuerza y la segunda oportunidad en la vida que le dio el plasma al convertirse en levantadora de pesas. Como levantadora de pesas, acredita que las transfusiones que recibió le proporcionaron la movilidad para superar las limitaciones físicas que le infligió el accidente.