Cuatro personas murieron en un tiroteo en un edificio médico de Tulsa el miércoles, según un capitán de la policía que describió una “escena catastrófica”.
Eric Dalgleish, subjefe del departamento de policía de Tulsa, confirmó que cuatro personas murieron, sin incluir al tirador, quien aparentemente murió de una herida de bala autoinfligida.
No estaba claro qué provocó el asalto mortal. Sin embargo, el pistolero no identificado disparó una pistola y un rifle durante el ataque, dijo Dalgleish.
La policía respondió a la llamada tres minutos después de que los despachadores recibieron el informe y se pusieron en contacto con el pistolero un minuto después, dijeron las autoridades.
El capitán Richard Meulenberg también dijo que varias personas resultaron heridas y que el complejo médico era una “escena catastrófica”.
La policía y los funcionarios del hospital dijeron que no estaban listos para identificar a los muertos.
El motivo y las circunstancias del asalto mortal aún no estaban claros el miércoles por la noche. El hombre armado no identificado llevaba una pistola y un rifle durante el ataque, dijeron las autoridades.
En un comunicado publicado en Twitter, el gobernador de Oklahoma calificó los asesinatos como un “acto sin sentido de violencia y odio” y agradeció a los socorristas por sus “acciones rápidas y valientes”.
“Le he ofrecido al alcalde GT Bynum cualquier recurso estatal que pueda ser necesario, y le pido a todos los habitantes de Oklahoma que se unan en apoyo de la comunidad del sistema de salud de Saint Francis”, dijo Kevin Stitt.
El tiroteo marca otro incidente de violencia armada en una nación que aún se tambalea por el ataque de la semana pasada en Uvalde, Texas, donde 19 niños y dos maestros murieron en uno de los peores tiroteos escolares en la historia de Estados Unidos. Apenas unos días antes, un hombre armado en Buffalo, Nueva York, fue acusado de disparar fatalmente a 10 personas en un supermercado. El miércoles, ese tirador fue acusado de terrorismo doméstico y asesinato.
El reciente fin de semana del Día de los Caídos también vio múltiples tiroteos masivos en todo el país.
El sistema de salud de St Francis cerró su campus el miércoles por la tarde debido a la situación en el Edificio Médico Natalie. El edificio Natalie alberga un centro de cirugía ambulatoria y un centro de salud mamaria.
Las imágenes aéreas de un helicóptero de televisión parecían mostrar a los socorristas llevando a alguien en una camilla lejos del edificio del hospital.
Decenas de coches de policía se podían ver fuera del complejo hospitalario, y las autoridades cerraron el tráfico a medida que avanzaba la investigación.
Un centro de reunificación para que las familias encuentren a sus seres queridos se estableció en una escuela secundaria cercana. Agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos también estaban en la escena, dijo un portavoz.
Nicholas O’Brien, un residente de Tulsa cuya madre estaba en un edificio cercano cuando ocurrió el tiroteo, dijo a los periodistas que se había apresurado a la escena.
“Estaban sacando a la gente. No sé si algunos de ellos resultaron heridos o simplemente han resultado heridos durante el tiroteo, pero algunos de ellos no podían caminar muy bien. Pero simplemente se tambaleaban y tropezaban y los sacaban de allí”, dijo.
“Estaba bastante ansioso. Así que una vez que llegué aquí y luego escuché que ella [su madre] estaba bien, el tirador había recibido un disparo y estaba abajo, me sentí mucho mejor. Todavía es horrible lo que sucedió”, dijo O’Brien.
