Un nuevo colectivo de activistas ambientales se consolida en esta ciudad de Guantánamo, Cuba: El Grupo de Bienestar Animal Guantánamo, único de su tipo del que se tenga memoria, que hoy con su noble propósito crece y se redimensiona tanto en el ciberespacio como en las calles, directamente al rescate de animales domésticos abandonados.
Una misma sensibilidad reunió desde inicios del corriente año a estos chicos, la mayoría jóvenes, estudiantes y profesionales, al comienzo sólo un puñado conectados desde un incipiente perfil de Facebook, y ahora cerca de una treintena activos en la iniciativa ecologista, y unos seis mil seguidores online, escenario en boga que en buenas manos mucho puede aunar para causas nobles.
Y como son las cosas cuando son del alma, lo que arrancó sin grandes pretensiones, para socializar entre dueños de mascotas y presumir bellas imágenes de sus canes y gatos, ha trascendido el espacio virtual y en corto tiempo ha sacado de las calles y puesto en adopción responsable a no pocos animales vagabundos, luego de arduo proceso de rehabilitación médica, alimenticia y afectiva.
“Estamos muy motivados hoy con la nueva política cubana de bienestar animal que se aprobará en noviembre, la cual ratifica la voluntad del Estado en la atención a este tema y será valiosa para avanzar en ese sentido, en el cual es además esencial ganar en sensibilidad colectiva, algo que sin dudas nos hará una sociedad más respetuosa con todo lo que respire”, -coinciden los del grupo.
Por dicha labor se transpira pasión entre estos protectores sin ánimo de lucro, que ya cuentan con efectivo sistema de comunicación por WhatsApp, para el reporte de las mascotas en abandono, también con días de encuentro para resumir lo hecho y lo por hacer, cotización voluntaria para los recursos necesarios, y nueva página digital especializada en bienestar animal.
Dalia Iribar , estudiante de medicina, una de las iniciadoras de la experiencia y administradora de los dos perfiles del grupo en redes sociales, comentó a la Agencia Cubana de Noticias que por falta de espacio para un refugio animal hoy trabajan de a poco, priorizando los callejeros más críticos, que hasta su recuperación se acogen en los hogares de los propios miembros del grupo.
Queremos crecer en experiencia -dice- comunicándonos con los otros muchos colectivos de este tipo en el país, ya con trayectoria y resultados; aún no disponemos de un veterinario permanente y eso dificulta a veces el proceso de rehabilitación del rescatado, porque contamos con buenos profesionales de salud pública, pero es valioso un dictamen especializado en estos casos.
“Salva Una Vida” es una de las etiquetas que promueve en línea el trabajo social de estos activistas guantanameros, quienes, como todo ciudadano común, también tienen responsabilidades en casa, pero dedican un tiempo todos los días para asistir y darle una nueva oportunidad de vida a las mascotas que deambulan, depauperadas por el abandono de dueños irresponsables.
También los fieles equinos que tiran de carretas en las calles, tan útiles para el transporte público y no siempre correctamente tratados por sus propietarios, se suman a la agenda de promoción ambiental del grupo de “animalistas” en Guantánamo, que sólo pretende aportar a la cultura del respeto por todo tipo de vida, acorde con lo que nos hace más humanos y civilizados.
Noticia publicada en: ACN
