El balance de muertos por la explosión en Beirut incluye a decenas de refugiados: se acelera la respuesta de emergencia.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, lamenta informar que, en la lista de más de 200 personas fallecidas y desaparecidas en la explosión mortal y destructiva que sacudió Beirut el 4 de agosto, también se incluye al menos a 34 personas refugiadas.
Los equipos de ACNUR en el terreno se encuentran todavía verificando los informes y temen que el número de muertos entre una población de refugiados de 200.000 personas en Beirut pueda ser aún mayor. Otras 124 personas refugiadas resultaron heridas en la explosión, 20 de ellas de gravedad.
ACNUR continúa trabajando con los equipos de rescate y otros trabajadores humanitarios para identificar a las víctimas y está ofreciendo apoyo a las familias que han perdido a seres queridos a través de asesoramiento, asistencia en efectivo de emergencia y ayuda con las gestiones para enterrar a las víctimas.
Esta explosión ha afectado a todo el mundo, con independencia de su nacionalidad o estatuto legal. La respuesta humanitaria de emergencia de ACNUR ante esta trágica explosión se dirige a toda la comunidad, incluyendo a libaneses, refugiados y trabajadores migrantes. Se está centrando en los más vulnerables y en dos principales áreas: cobijo y protección.
Como parte del llamamiento humanitario interagencial, ACNUR está movilizando 12 millones de dólares para la respuesta de emergencia a los hogares más vulnerables y más severamente afectados en Beirut por la explosión. Este paquete incluye 9,6 millones de dólares para intervenciones dirigidas a proporcionar cobijo y 2,44 millones para actividades de protección, actividades que se desarrollaran a lo largo de los próximos tres meses.
Junto con otros actores humanitarios, la Agencia de la ONU para los refugiados está trabajando estrechamente con la población de Beirut y los departamentos pertinentes para valorar los daños e identificar la mejor forma de ayudar y la que más impacto puede tener. Los almacenes de ayuda humanitaria de ACNUR en el país no se han visto afectados y cuentan con materiales de construcción, mantas, lonas plásticas, colchonetas, pabellones de campaña y otros materiales esenciales que se han puesto ya a disposición de la Cruz Roja Libanesa y otras contrapartes en el terreno.
Está en marcha una evaluación casa por casa en los barrios más fuertemente impactados y el pasado domingo (9 agosto) se inició ya la distribución de ayuda humanitaria a personas en necesidad. Las primeras estimaciones indican que unas 10.000 familias vulnerables podrían haberse visto afectadas por la explosión, y estar en necesidad urgente de apoyo.
La prioridad de ACNUR es identificar y llevar ayuda a quienes necesitan con urgencia un techo bajo el que cobijarse de las inclemencias del tiempo. Esta asistencia ayudará a asegurar las entradas y las ventanas de los hogares, proporcionando cierto nivel de seguridad y protección frente a los elementos, al objeto de que la población pueda recuperar su privacidad y dignidad. La asistencia irá dirigida también a las personas afectadas que se encuentran desplazadas fuera del área de Beirut.
La utilización de asistencia económica polivalente es la opción más efectiva para proporcionar una ayuda de emergencia y apoyar en la reparación urgente y las necesidades de reconstrucción. Este formato de asistencia también ayudará a que las personas que la reciben puedan comprar alimentos, cubrir sus necesidades básicas y costes de asistencia médica. A medio plazo se pondrán en marcha tareas de rehabilitación y reparación de menor calado, así como mejoras en zonas colectivas.
Entre tanto, los esfuerzos de protección de ACNUR se están apoyando en las redes ya construidas de participación y movilización de la comunidad, e incluyen la identificación y derivación de casos vulnerables, la primera atención psicológica, el refuerzo de las vías de comunicación con la comunidad y el apoyo a las iniciativas solidarias. La población ha estado realmente al frente de la respuesta y ACNUR va a apoyar sus esfuerzos directamente.
Desde ACNUR se va a reforzar el trabajo con la sociedad civil, para identificar familias o personas vulnerables, derivar casos de urgencia y dar respuesta. La salud mental, así como el apoyo y la atención psicológica inmediata, son áreas críticas en las intervenciones de la Agencia en la actual respuesta de emergencia, puesto que muchas personas han sufrido traumas y han perdido a seres queridos.
Los grupos comunitarios y de voluntarios gestionados por ACNUR, así como los trabajadores de entidades colaboradoras, ya han recibido formación en aspectos de atención psicológica inmediata, que se reforzará para dar un mayor apoyo psicológico y para hacer de vínculo con las redes comunitarias. ACNUR hace hincapié en la necesidad de que el apoyo internacional llegue a tiempo para el pueblo de Beirut y el Líbano, que han acogido generosamente a refugiados desde hace muchos años, incluso durante estos tiempos difíciles de crisis económica y la pandemia de COVID-19.